Como todos sabemos la Ballestilla es un útil de pesca consistente en un trozo de madera cilíndrica (generalmente varas de acebuche) al que con cordelillo se le hacen unas cogidas en forma de triángulo y que nos permite intercarla entre la línea madre y el bajo de línea (coal), quedando el plomo en el vértice inferior de este imaginario triángulo. Aunque existen algunas variantes, en su principio básico todas son iguales, diferencíandose simplemente por su tamaño que va directamente relacionado al plomo usado, a más corriente, mas peso y más madera. Su objetivo principal es separar el coal del fondo y dar más movilidad al cebo, evitando al mismo tiempo el roce de los finos hilos con las piedras y cascajos, consiguiendo tener menos enganches y aumentando la durabilidad y fiabilidad de los coales.
Habitualmente era usada en aparejos de mano para pescar en lugares profundos y/o con corrientes no excesivamente fuertes. La gran ventaja de este útil es que al flotar la madera con la que estaba realizada, permitía tener separado los coales del fondo y con un plomo adecuado conseguíamos que el aparejo fuera oscilando con un movimiento en forma de arco, movido gracias a la corriente. Con este movimiento en forma de arco horizontal al fondo se conseguía abarcar un espacio mucho mayor de pesca al mismo tiempo que se daba movilidad al cebo. Dependiendo para dónde tire el agua, así será el movimiento, a veces de izquierda a derecha, a veces de derecha a izquierda.
Aunque en la teoría parece fácil, para conseguir este movimiento oscilatorio había que conocer bien las mareas, vientos, borneos del barco y calcular el peso adecuado del plomo, por lo que conseguir los efectos deseados era y es un arte no alcance de todos.
Aunque en la teoría parece fácil, para conseguir este movimiento oscilatorio había que conocer bien las mareas, vientos, borneos del barco y calcular el peso adecuado del plomo, por lo que conseguir los efectos deseados era y es un arte no alcance de todos.
Un dato importante es que dependiendo de la profundidad a la que trabajen así serán las probabilidades de capturas, si quieres tentar lubinas o bailas, deberemos poner plomos muy pequeños para que todo el aparejo se levante hasta casi la superficie, si queremos pardillejas pues deberíamos intentar colocar nuestra ballestilla a un metro sobre el fondo, para sargos, borriquetes y otras especies que viven pegadas al fondo pues el plomo debería rozar el fondo y no subir más de medio metro.
Una variante en el montaje de la ballestilla es el que yo utilizo. Se trata de modificar el lugar dónde el plomo ejerce peso, en el sistema tradicional con el plomo centrado, la ballestilla se mantiene paralela al fondo, en cambio modificando la situación del plomo se consigue que la punta de la madera dónde va el coal se levante algo más, lo que influye directamente en la separación de dicho coal del fondo, siempre y cuándo la marea tire poco, si la corriente es más fuerte resulta más adecuado el sistema tradicional.Con mareas pequeñas o medianas este sistema de pesca era adecuado, pero tenían un gran problema cuando las mareas eran grandes o las corrientes muy fuertes y es que o se usaba un plomo muy grande o todos los aparejos se iban a la superficie. Recuerdo que estamos pescando con aparejos de mano. Entonces la inventiva de nuestros abuelos buscó una solución al problema, era evidente que al usar un plomo muy grande y a pesar de la corriente, el aparejo se iba al fondo por lo que prácticamente terminaban pescando casi bajo el bote, algo poco recomendable para especies como la dorada ¿y que hicieron? Pues dieron una solución simple a un problema complicado: si el plomo se clava bajo nuestro barco y el coal no tiene más de dos metros de largo, pues alargaron el aparejo de forma que el coal vuelva a pescar lejos del barco. Así nació la Tragaera, que no era otra cosa que el mismo bajo de línea ya usado pero poniendo un tramo de unos 9-10 metros de hilo algo más grueso entre la ballestilla y el bajo (coal).
Si querían pescar algo separado del fondo para tentar corvinas o pardillejas, pues se dejaba el plomo a peso muerto, lo llevaban hasta el fondo y una vez allí, pues lo levantaban a mano para dejarlo a la altura deseada.
Si querían pescar algo separado del fondo para tentar corvinas o pardillejas, pues se dejaba el plomo a peso muerto, lo llevaban hasta el fondo y una vez allí, pues lo levantaban a mano para dejarlo a la altura deseada.
Las tragaeras solían llevar tres anzuelos como mínimo, dependiendo del tipo de peces a tentar. Y tenía otra gran ventaja y es que situaba el cebo mucho más lejos de la ballestilla y su plomo, algo que para especies tan esquivas como la dorada era todo un logro ya que el pez no recelaba ante ese artilugio extraño que veía tan cerca de la comida. Para mayor deleite del pescador, cuando se usaban plomos pesados que vencían a
la corriente, permitían lanzarla a los laterales del bote, se anclaban
al fondo y permitía pescar con dos o más aparejos y la tranquilidad de que no
se enredarían entre ellos, cubriendo una franja mayor de agua.
Conforme se fue generalizando el uso de cañas pues la ballestilla se adaptó a las circunstancias y siguen usándose, siempre y cuándo el lance no sea lejano. En cambio la tragaera sólo puede usarse con los aparejos de mano.
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