Otra variante simple en el montaje de la ballestilla era usar un plomo que venía hueco en su interior, de ahí su nombre, plomo de campana por su similitud a una campana de iglesia.
La parte interior del plomo se rellenaba de algún cebo o engodo, lo mismo servían camarones, muergos pelados que masa de pescado. Al llegar al fondo y tras algún leve tirón del cordelillo o línea madre, el cebo salía de la campana procediendo a "anguao" de las zonas cercanas. Un sistema atractor muy efectivo sobre todo para urtas.
Aunque para las urtas, mejor que la ballestilla era su adaptación en acero, una ballestilla metálica con su plomo de campana que se dejaba caer a plomo, como sabemos, las urtas son peces bastante confiados y no recelan de los aparejos ni la cercanía al barco, por lo que podemos pescarlas justo por debajo nuestra. Este es uno de mis aparejos urteros montado con cordelillo y un gran antienredo metálico a modo de ballestilla y su campana.
El procedimiento en ambos casos es el mismo, dejamos que el plomo golpee el fondo, lo levantamos un poco, volvemos a dejarlo caer y volvemos a levantar para asegurarnos de que todo el "anguao" sale de la campana, por último ya reposamos (no siempre interesa) el plomo en el fondo y todo el "anguao" quedará esparcido en las cercanías, lo que provocará la llegada de peces.
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