jueves, 13 de junio de 2019

DORADA AL HORNO.- RECETA.

Esta receta es fácil, fácil, fácil y os aseguro que es la forma en la que una dorada al horno está más buena y no se altera su sabor original con extraños y exóticos sabores que nos privan de su bouquet a mar.

INGREDIENTES:
1 dorada de unos 2 kilos.
Patatas
1 tomate
1 pimiento
1/2 cebolla
1/2 pastilla de caldo de pescado
Aceite de oliva
Vino blanco.
Sal

PREPARACIÓN:
Lo más importante es tener una dorada bien fresca. Esta fue pescada el día anterior y vale.
 
 Una vez limpia y sin escamas se le pone un poco de sal, y se le añade el tomate, el pimiento y la cebolla, troceados, también se le echa un chorrito de aceite de oliva y medio vaso de vino blanco.

Las patatas se pelan, cortan en rodajas no demasiado finas y se ponen en una sartén con aceite y a fuego lento. Las patatas no deben freirse ni cocerse, sólo pretendemos que se pongan algo tiernas. Es conveniente poner un poco de sal a las patatas, pero no demasiado, entre el caldo y la añadida al pescado ya lleva una cantidad a tener en cuenta.

Una vez tiernas, se ponen en la bandeja con el resto de los ingredientes. Un buen truquito es tapar la cola del pescado con algunas patatas, evita que se queme y protege también el lugar dónde menos carne tiene.
Si la dorada es grande pues interesa darle un par de cortes por la zona más ancha para facilitar la cocción.


Por último, diluímos media pastilla de caldo de pescado en agua y lo echamos por encima.


Ya lo tenemos todo preparado. Calentamos el horno a 190º y cuándo alcance dicha temperatura, metemos la bandeja durante unos 20-25 minutos, según el tamaño del pez.

¿Como saber cuando está en su punto? Pues es fácil, basta con que veamos que la aleta pectoral se levanta sóla, es una señal inequívoca de que ya está en su punto. También podemos tirar de ella y si se desprende con facilidad pues también nos indica que está listo, este último sistema tiene el inconveniente de que hay que acercar la mano al horno caliente y eso, creedme, no es muy recomendable.

Ya sólo nos queda quitarle las espinas y sacar las raciones. Si lo acompañamos con un vino blanco muy frío, ya será la comida perfecta. Para la dorada al horno recomiendo sin dudas, el blanco seco de Barbadillo, que con un leve bouquet dulzón se compenetrará perfectamente con la sabrosa carne de la dorada. Sin grasas, baja en calorías y rico rico rico. ÑAM ÑAM ÑAM.

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